GLIOBLASTOMA Y METÁSTASIS

La radioterapia externa (EBRT) ha sido históricamente la piedra angular del enfoque terapéutico del Glioblastoma multiforme (GBM) durante el último medio siglo, su uso en tumores cerebrales ya había sido descrito desde la década de 1920. En la década de 1970 y principios de 1980, los múltiples estudios colocaron como categoría I el uso de radioterapia en GBM, incluyendo ensayos prospectivos de fase III, realizados por el Brain Tumor Study Group (BTSG).

Group Trial 80-01, debido a que a pesar del beneficio de la radiación se continuaba observando recurrencias, se comparó la irradiación parcial del cerebro con la radioterapia holocerebral, pero no se observaron diferencias en sobrevida, ni cambios en los patrones de falla. De acuerdo con esto, generalmente no se recomienda la radioterapia holocerebral, excepto quizás en el escenario de un proceso intracraneal generalizado como la gliomatosis cerebri.

Varias líneas de evidencia han influido en la tendencia a tratar el volumen tumoral junto con un margen de aproximadamente 2 cm. En un artículo clásico publicado en 1980, Hochberg y Pruitt utilizaron tomografías computarizadas para determinar que casi el 90% de las recidivas de GBM ocurrieron dentro de los 2 cm del sitio del tumor primario.

Se ha demostrado en estudios de biopsias y autopsias que la anormalidad detectada en T2 o imágenes de fluid attenuated inversion recovery (FLAIR) alberga la extensión microscópica del tumor. Por consiguiente, generalmente se prescribe de 45 a 50 Gy, en fracciones de 1.8 a 2Gy, a la anormalidad T2 /

FLAIR observada en la imagen, seguida de un aumento de dosis total a 60 Gy, en base a la anormalidad de T1. Se ha intentado aumentar dosis en estos sitios de siembras pero los efectos tóxicos superan las mejorías en sobrevida.

Actualmente, el agente quimioterapéutico más ampliamente utilizado es la temozolomida. La temozolomida se aprobó por primera vez para los astrocitomas anaplásicos recurrentes después de un estudio de fase II. Un estudio aleatorizado también demostró una eficacia superior a la procarbazina en GBM recurrente, y luego mejoría en la sobrevida cuando se aplica de manera concomitante y adyuvante a la radioterapia convencional. Se ha utilizado de manera permanente o al menos un año de duración pero no demostró superioridad con el esquema tradicional de Stupp.

Un enfoque relativamente nuevo es el uso de blancos en las posibles vías de diseminación, las cuales en un inicio marcaron zonas muy cercanas al reforzamiento con gadolinio, y según los estudios, aún a 2cm de este, puede haber ya de antemano diseminación en el evento quirúrgico.

Por lo cual, un nuevo enfoque al área de diseminación, se define por la posición más lejana en FLAIR distante a la zona de mayor captación de gadolinio. Nuestro objetivo es comprobar si la radiocirugía en estos blancos mejoraría el control local y la supervivencia de los pacientes con GBM.

Consulte requisitos para aplicar al 25062001.