Dr. José Francisco Hernández,
Ginecólogo Oncólogo.
Al hablar de Cáncer Ginecológico se hace referencia a los cánceres que se desarrollan en los órganos de la mujer involucrados en la reproducción humana: útero y anexos. Debe entenderse que están agrupados por su relación anatómica inherente las neoplasias malignas de la vulva, vagina, cuello uterino, endometrio, trofoblasto placentario, miometrio, trompas de Falopio y ovarios. Asimismo las glándulas mamarias, ya que estas están involucradas directamente en el soporte nutricional del recién nacido dentro de este proceso reproductivo.
Se ha estimado que en El Salvador ocurren alrededor de 9,000 casos nuevos de cáncer cada año, de los cuales 5,900 se vuelven mortales, según indican datos del GLOBOCAN 2012.
Según reportes del Instituto Salvadoreño del Seguro Social, durante el 2016 hubo una incidencia total de 1,919 casos de todos los cánceres; de los cuales el cáncer de mama figura en primer lugar con 339 casos nuevos, cáncer de cuello uterino con 102 casos, cáncer endometrial con 76 y cáncer ovárico con 33 casos.
A pesar de estar suficientemente demostrado, la utilidad del diagnóstico precoz del cáncer de cuello uterino mediante el tamizaje con el estudio de Papanicolaou en problema es la presentación en etapas avanzadas al diagnóstico, especialmente estados II y III, momento en que la enfermedad tiene un 60% y un 30 % respectivamente de posibilidades de curación en condiciones óptimas con múltiples tratamientos que incluyen radioterapia, quimioterapia. En tanto que de ser diagnosticados, idealmente en etapas 0 y I, las oportunidades de curación, básicamente con procedimientos quirúrgicos, se acercan al 90%.
Por ello, es importante que las mujeres en etapa reproductiva puedan realizar chequeos periódicos con su ginecólogo y el examen de citología una vez al año, además que las pacientes entre los 40 y 60 años realicen también una mamografía obligatoria.
En este caso la cultura de la prevención es fundamental para salvar vidas y que la población femenina pueda gozar de una alimentación saludable, ya que esta incide en la reducción de distintos cánceres hormono-dependientes como cáncer de mama y endometrio.