El Cáncer Urológico
Es un término amplio que se refiere a cualquier tipo de cáncer que afecta los órganos del sistema urinario, incluyendo la vejiga, los riñones, la próstata, los testículos y el pene. Cada tipo de cáncer urológico tiene síntomas, factores de riesgo y opciones de tratamiento únicos.
Dr. Douglas Avilés
Urólogo
Cáncer de próstata
El cáncer de próstata es el tipo de cáncer urológico más común entre los hombres. este tipo de cáncer es un tumor que nace del epitelio acinar o ductal de la glándula y puede variar considerablemente en su diferenciación glandular, anaplasia y comportamiento; además, tiene la capacidad de invadir otros órganos.
Un 90% de casos de cáncer de próstata se diagnostican en mayores de 65 años. La etiología se sabe que tiene relación con exposiciones ambientales, estilos de vida, antecedentes familiares y factores genéticos. Esta enfermedad cobra importancia dentro de la salud pública por dos grandes motivos principalmente: por un lado está su frecuente aparición en todo el mundo con tendencia a afectar a individuos menores de 50 años y por otro lado, la ausencia de síntomas en su fase inicial, que unido al crecimiento lento del tumor, hace que pase inadvertido para el paciente, por lo que su diagnóstico se realiza cuando ya se ha propagado fuera de la glándula y esto disminuye marcadamente las posibilidades de una evolución hacia la regresión tumoral.
Factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollo de cáncer de próstata:
Edad. Este es el factor con más importancia que propicia desarrollar cáncer de próstata, aproximadamente el 70% de los varones mayores de 80 años pueden tener cambios histológicos compatibles con cáncer en su órgano prostático. La aparición temprana es decir antes de los 45 años es insólito, pero ahí recae la importancia de los controles urológicos anuales.
Raza. El cáncer de próstata es aún más frecuente en la raza negra en comparación con raza blanca. El cáncer de próstata que se hereda en una familia, es denominado cáncer de próstata familiar Dieta. Algunos factores relacionados con la dieta han sido implicados en el desarrollo de cáncer de próstata, se indica un vínculo en determinadas conductas alimenticias como el consumo elevado de grasas animales.
En general, los pacientes son asintomático, los que presentan síntomas son relacionados con la micción. Los síntomas avanzados de cáncer de próstata incluyen dolor óseo, insuficiencia renal, hematuria, fracturas óseas patológicas, agotamiento físico y pérdida de peso. Las herramientas más importantes para el diagnóstico de CP son los niveles de antígeno prostático (> 4 ng / ml) y un examen rectal digital sospechoso, es decir se palpa el endurecimiento de la próstata y la presencia de nódulos.
En la presencia de estos exámenes alterados se realiza una biopsia prostática para constatar o descartar el diagnostico de cáncer de próstata.
Tal como reconoce la guía europea sobre cáncer de próstata, la prostatectomía radical, junto con la radioterapia y la vigilancia activa/actitud expectante, son los únicos tratamientos que disponen en la actualidad suficiente seguimiento y datos como para ser considerados tratamientos de primera línea para este tipo de neoplasia.
Cáncer de vejiga:
La vejiga es el órgano encargado de almacenar la orina producida por los riñones. El cáncer de vejiga es el cuarto tipo de tumor más común, con una mediana de edad de 65 años. En la infancia, el carcinoma renal representa solo el 4% de los tumores renales.
El síntoma principal es la presencia de sangre en la orina (hematuria), además de síntomas como dificultad al orinar (disuria), necesidad frecuente de orinar y dolor en la parte baja del abdomen. Los factores de riesgo incluyen el tabaquismo, la exposición a productos químicos tóxicos y la edad avanzada. El diagnóstico se realiza mediante una resección transuretral (RTU) y la correspondiente evaluación histopatológica.
El tratamiento de elección para tumores agresivos es la cistectomía radical con linfadenectomía. En pacientes con buen estado general y función renal adecuada, puede recomendarse quimioterapia neoadyuvante.
Cáncer de riñón:
El cáncer de riñón ocupa el noveno lugar entre los tipos de cáncer más comunes en los Estados Unidos. Los riñones son órganos encargados de filtrar los desechos del cuerpo y producir orina. Los síntomas del cáncer de riñón pueden incluir dolor en el costado o la espalda, sangre en la orina, pérdida de apetito y pérdida de peso. Los factores de riesgo incluyen el tabaquismo, la obesidad y la exposición a productos químicos tóxicos.
El diagnóstico del cáncer de riñón puede involucrar una tomografía computarizada (TC) o una resonancia magnética (MRI), una biopsia y análisis de sangre. Las opciones de tratamiento pueden incluir cirugía, radioterapia y terapia dirigida.
La resección quirúrgica del carcinoma de células renales a menudo es curativa en casos de tumores confinados al riñón. También forma parte del manejo de tumores renales con extensión extrarenal, permitiendo su clasificación histopatológica y estadificación para continuar con el tratamiento oncológico.
Cáncer de testículo:
El cáncer de testículo es uno de los cánceres menos comunes en los hombres, pero es importante conocer sus síntomas y factores de riesgo.
Los síntomas pueden incluir inflamación o dolor en un testículo, sensación de pesadez en el área, presencia de una masa o protuberancia en el testículo, o dolor en la parte baja del abdomen o la ingle. Solo el 10% de los cánceres de testículo se presentan ocasionalmente con dolor.
Los factores de riesgo incluyen antecedentes familiares de cáncer testicular, ciertos trastornos genéticos, testículo no descendido en la infancia y exposición prenatal al dietilestilbestrol. El diagnóstico generalmente se realiza mediante exámenes físicos, análisis de sangre y pruebas de imagen, como una ecografía testicular.
El tratamiento del cáncer de testículo debe llevarse a cabo en un equipo multidisciplinario en colaboración con oncólogos. Puede incluir cirugía, radioterapia o quimioterapia. Las opciones terapéuticas se basan en el subtipo histológico, el estadio tumoral y los marcadores tumorales.
A continuación, se presenta una tabla con algunos de los factores de riesgo generales asociados con el cáncer urológico:
Es importante tener en cuenta que la presencia de factores de riesgo no significa necesariamente que una persona desarrollará cáncer urológico, pero puede aumentar la probabilidad. La prevención y la detección temprana son fundamentales para la prevención y el tratamiento efectivo de esta enfermedad.
Prevención y detección temprana:
La prevención del cáncer urológico implica adoptar hábitos saludables como tener una dieta equilibrada y hacer ejercicio regularmente, evitar el tabaquismo y limitar la exposición a productos químicos y otras sustancias tóxicas. También es importante mantener una buena higiene personal y recibir vacunas para prevenir enfermedades de transmisión sexual, como el virus del papiloma humano (VPH). La detección temprana también es crucial para mejorar las tasas de supervivencia. Los hombres deben informar a su médico sobre cualquier síntoma urológico persistente y someterse a los exámenes de detección recomendados según su edad y factores de riesgo, como el examen rectal digital y los análisis de sangre específicos para el antígeno prostático específico (PSA) en el caso del cáncer de próstata.
El cáncer urológico abarca diferentes tipos de cáncer que afectan los órganos y tejidos del tracto urinario y el sistema reproductivo masculino. Cada tipo de cáncer urológico tiene síntomas, factores de riesgo y opciones de tratamiento específicos. La prevención y la detección temprana son fundamentales para mejorar las tasas de supervivencia y reducir la carga de esta enfermedad. Es importante que los hombres estén informados sobre los síntomas y factores de riesgo del cáncer urológico y trabajen en conjunto con su médico para establecer un plan adecuado de detección y prevención. Con conciencia y acceso adecuado al tratamiento, la mayoría de los hombres con cáncer urológico pueden superar esta enfermedad.