Resumen
Esta investigación estudia las conexiones del núcleo accumbens (NAc) para mejorar la precisión de la rad/cirugía estereotáxica (radiosurgery) como posible tratamiento no invasivo para trastornos adictivos. Las adicciones generan una enorme carga sanitaria y económica, y aunque existen fármacos, estimulación cerebral profunda y técnicas ablativas, sigue siendo difícil definir con exactitud cuál es el mejor punto dentro del estriado ventral (donde está el NAc) para hacer la intervención.
Los autores usaron resonancia magnética estructural y de difusión (DTI) en cinco sujetos sanos. Con un software de planificación, segmentaron automáticamente el NAc y varias estructuras clave del circuito de la adicción (hipotálamo, amígdala, hipocampo, área tegmental ventral, sustancia gris periventricular/“tálamo medial”, ínsula y cortezas orbitofrontal medial y lateral, y corteza frontal dorsolateral). Luego analizaron las fibras de conexión hacia el NAc variando el umbral de anisotropía fraccional (FA 20–15–10) para ver qué vías eran más densas y constantes entre sujetos.
Encontraron que las conexiones más robustas hacia el NAc proceden de la corteza orbitofrontal medial, del hipotálamo, del área tegmental ventral, de la sustancia gris periventricular (como proxy del tálamo medial) y de la amígdala; en cambio, la vía hipocampo–NAc fue la más débil. Con la combinación de las cinco vías más densas definieron un blanco “conectómico” en la “shell” (capa externa) del NAc, y diseñaron un plan de Gamma Knife con 90 Gy al blanco, de forma que la isodosis de 20 Gy cubriera la mayor parte del NAc, manteniendo dosis bajas a estructuras críticas como el aparato óptico.
Los autores concluyen que la radioscirugía guiada por conectoma del NAc es técnicamente factible y permite un target más personalizado, basado en la anatomía de las conexiones del paciente, en lugar de usar solo coordenadas estereotáxicas “estándar”. Esto podría mejorar la eficacia y seguridad de futuras intervenciones radiosúrgicas para adicciones refractarias, aunque todavía hacen falta estudios clínicos en pacientes para demostrar beneficio real.






