Radiocirugía: un tratamiento efectivo para el cáncer de laringe
Dr. Víctor Caceres
Oncólogo – Radioterapeuta
El Cáncer de laringe se desarrolla principalmente en las cuerdas vocales. Esto sucede por un uso prolongado del tabaco o por exposición al humo producido por actividades industriales, domésticas o la quema de leña en cocinas artesanales. Es frecuente también por problemas médicos como reflujo gastroesofágico crónico en pacientes con gastritis crónica.
El principal síntoma es la disfonía o ronquera, y ocasionalmente los pacientes reportan dolor leve de garganta sobre todo después de hablar por mucho tiempo. Otros síntomas que nos hacen pensar en este diagnóstico son la tos seca persistente y que no mejora con los tratamientos estándares y que frecuentemente hacen al paciente consultar a su médico de cabecera quien suele dejar tratamientos alternativos con antitusivos y antibióticos que por supuesto no tienen ningún efecto. Estas situaciones pueden provocar la irritación de las cuerdas vocales, lo que lleva a un cambio en la calidad de la voz. Esta alteración puede ser provocada por una infección vírica, una alergia o una irritación crónica. En el caso de la irritación crónica, ésta puede ser causada por la exposición a productos químicos, el exceso de alcohol o el tabaquismo. Además, puede presentarse como una consecuencia de una mala postura, el uso excesivo de la voz o un problema médico subyacente.
Es común que un paciente tenga síntomas durante meses antes de realizar pruebas diagnósticas. Estas pruebas incluyen tomografía de cuello y laringoscopia. La laringoscopia de fibra óptica también puede incluir una biopsia. Es finalmente a través de esta última que se confirma el diagnostico. La biopsia es la única forma certera de confirmar la presencia de un cáncer, consiste en tomar una pequeña muestra del tejido de la laringe a través de la misma endoscopia y enviar ese tejido a que sea investigado por el patólogo. Después de la biopsia, el patólogo determinará si hay células cancerosas presentes. Si es así, el paciente tendrá que someterse a tratamiento adecuado, como cirugía, radioterapia o quimioterapia, dependiendo del tamaño y la profundidad del tumor. El tratamiento puede ser difícil, pero el pronóstico generalmente es bueno si se detecta y trata a tiempo.
La laringe es el aparato de la fonación, está ubicada en el inicio de la tráquea y es la entrada a las vías respiratorios inferiores. Consta de cuerdas vocales mayores e inferiores y es con ella que podemos hablar.
Cuando aparece un cáncer, destruye su anatomía. Esto causa un grave deterioro de la calidad de vida, con una tasa de mortalidad alta y un potencial metastático siendo el principal sitio de metástasis, los ganglios del cuello y los pulmones, en estos casos la mortalidad es muy alta llegando a tasa de supervivencia a los 5 años menores al 20% de los pacientes. Muchas veces es necesario incluso agregar quimioterapia paliativa o cirugías de rescate. Para lograra la curación de este cáncer solo hay dos procedimientos efectivos:
La «cirugía radical» consiste en retirar la laringe en una cirugía grande y mutilante ya que básicamente es la amputación de la parte superior de las vías respiratorias. Esto presenta varias complicaciones:
La primera es que el paciente no podrá hablar con normalidad porque se retira en forma definitiva la laringe luego entonces la única forma de comunicarse será con aparatos electrónicos, y la segunda es que el paciente requiere de una traqueostomía; esto consiste en dejar las vías respiratorias abiertas a través de la piel del cuello.
Radioterapia con tecnología adecuada por lo contrario no causa daño permanente, ya que al radiar la laringe el cáncer muere rápidamente y en etapas tempranas de la enfermedad la posibilidad de curase totalmente es por arriba del 95% de los casos. esta radioterapia debe ser con la tecnología adecuada como Intensidad modulada de radiación o IMRT o radiocirugía en casos de recurrencia. En ambos casos consiste en radiar la laringe con precisión milimétrica sin radiar los tejidos cercanos y delicados del cuello como la tiroides, las arterias carótidas etc. Con estas técnicas precisas se evita complicaciones posibles de la radiación. Sin embargo, hay dos complicaciones potenciales que pueden surgir como resultado de una laringectomía parcial o total. La primera es que el paciente no podrá hablar con normalidad, por lo que la única forma de comunicarse será a través de aparatos electrónicos. La segunda es que el paciente deberá someterse a una traqueostomía, lo que consiste en dejar las vías respiratorias abiertas a través de la piel del cuello. No obstante, esto no es necesario si la radioterapia con tecnología adecuada es aplicada, ya que al radiar la laringe el cáncer muere rápidamente sin dañar los tejidos cercanos y delicados del cuello como la tiroides, las arterias carótidas, etc. Estas técnicas precisas permiten obtener una curación total en más del 95% de los casos en etapas tempranas de la enfermedad. Por obvias razones entonces es esta última la preferida en todo el mundo incluso en cánceres avanzados.
El paciente acudió en el año 2019 con disfonía y dolor de 4 meses de duración. Se le diagnosticó un Cáncer de células escamosas en la cuerda vocal derecha. Se consideró una etapa intermedia, ya que afectaba la cuerda vocal casi paralizándola.
Fue tratado en nuestro centro con un esquema de radioterapia convencional de 35 sesiones, y rápidamente se recuperó hasta quedar sin evidencia de enfermedad. En este primer tratamiento recibió esta dosis de radiación de forma integral en toda la laringe ya que este es el protocolo estándar con estos pacientes. Se vigiló durante dos años.
Hace 20 meses, presentó los mismos síntomas. El otorrinolaringólogo realizó una biopsia y detectó un nuevo foco de cáncer en la cuerda vocal derecha. Los pacientes tratados con radioterapia que presentan enfermedad nuevamente son entre el 5-8% de los casos. Desafortunadamente, esta fue la situación.