“En donde el cerebro humano esté involucrado ninguna herramienta puede ser demasiado refinada.” Lars Leksell, neurocirujano inventor del Gamma Knife.
El uso de la radiocirugía para el tratamiento de los tumores que afectan el cerebro es una excelente alternativa ante la cirugía, especialmente en lugares de difícil acceso o en pacientes cuyo riesgo pudiese ser significativo ante una cirugía mayor, también resulta como un complemento a una cirugía que fue incompleta en favor del resultado neurológico optimo del paciente. La radiocirugía es la entrega de una alta dosis de radiación en una o cinco sesiones entregada con precisión submilimétrica, es libre de dolor y totalmente ambulatoria.
Por más de una década nos hemos especializado en el tratamiento de tumores que afectan el cerebro con radiocirugía, en nuestros centros existe un compromiso entre la excelencia médica y la mejor tecnología. Nuestros tratamientos son los más precisos y los que mejor preservan cada zona del cerebro sano que rodea estos tumores, preservar el tejido sano maximizando el efecto ablativo sobre el tumor es nuestro objetivo primordial.
No toda radiación es igual, los equipos LINACS (Aceleradores lineales) que no son dedicados a radiocirugía, es decir aquellos que son adecuados para la entrega de altas dosis de radiación han demostrado tener desventajas contra equipos sofisticados como Gamma Knife y Cyberknife los cuales pueden preservar de 2 a 10 veces mejor el tejido cerebral sano medidos entre otros por el Índice de Eficiencia (Efficiency Index) que traduce la ratio de la dosis necesaria para “hacer bien” sobre el tumor versus la dosis para “hacer daño” en el tejido sano. [1,2,3] Hay múltiples razones por lo cual los equipos de Gamma Knife y Cyberknife son el estándar de oro en neuro-radiocirugía, su eficacia y preservación del tejido sano es la más importante. En adición a esto las tecnologías dedicadas como Cyberknife y Gamma Knife también presentan beneficios de 2 a 21 veces sobre la dosis afuera del cerebro, esto quiere decir la dosis que recibe el cuerpo del paciente durante un tratamiento intracerebral es sustancialmente menor.
Radiocirugía en tumores benignos: Meningiomas, schwanomas y tumores de hipófisis.
Desde hace más de dos décadas a nivel mundial la radiocirugía ha mostrado estadísticamente ser una excelente alternativa como suplemento o en ocasiones remplazando la cirugía abierta especialmente en zonas delicadas como el seno cavernoso o la región cerca del quiasma u otras estructuras delicadas como el tronco cerebral. Las tasas de control para patología benigna con seguimiento a 10 años han mostrado consistentemente superar el 80% en la mayoría de las series.
Radiocirugía en tumores malignos: Metástasis y recurrencia de Glioblastoma.
Difícilmente existe otra patología e nivel cerebral en donde la radiocirugía haya mostrado más efectividad que en las metástasis que afectan el cerebro, históricamente la radiocirugía ha logrado desplazar la radioterapia holocerebral en enfermedad limitada hasta (4 lesiones) y ara muchos centros inclusive el nuestro enfermedad más extensa que pueden ser hasta 15 tumores, su ventaja principal es la preservación de las funciones cognitivas de los pacientes versus la radioterapia clásica a todo el cerebro.
Nuestro compromiso con la comunidad médica y nuestros pacientes es permanente, por eso evaluamos constantemente nuestros resultados y los traducimos en publicaciones de series que han representado las únicas estadísticas de radiocirugía en la región. Creemos que la excelencia es un resultado lógico del esfuerzo y de la búsqueda continua por servir a nuestros pacientes.
En el Centro Internacional de Cáncer, hemos perfeccionado la radiocirugía, una alternativa excelente a la cirugía tradicional, especialmente en áreas de difícil acceso o pacientes con riesgo elevado. Nuestros tratamientos son precisos y preservan al máximo el tejido sano alrededor del tumor.
Si estás buscando una opción avanzada y efectiva para el tratamiento de tumores cerebrales, consulta con nuestros expertos en el Centro Internacional de Cáncer. ¡Tu salud cerebral merece lo mejor!