Cuando una persona recibe un diagnóstico de cáncer, uno de los tratamientos más comunes y eficaces es la radioterapia. Sin embargo, alrededor de este tratamiento aún circulan muchos mitos que pueden generar temor o confusión. A continuación, desmentimos los más frecuentes y te contamos las verdades detrás de este procedimiento, respaldadas por expertos internacionales en oncología.
Mito 1: La radioterapia duele.
Verdad: Es indolora.
Muchas personas asocian la radioterapia con dolor físico, pero el tratamiento en sí no causa dolor. Es un procedimiento similar a hacerse una radiografía:El paciente no siente la radiación. Según la American Cancer Society, algunos efectos secundarios pueden aparecer después de varias sesiones, pero el procedimiento diario es completamente indoloro.
Mito 2: Solo se utiliza cuando el cáncer está en etapa avanzada.
Verdad: También se indica en etapas tempranas.
Aunque en algunos casos la radioterapia se usa para tratar tumores avanzados, también es común emplearla en fases tempranas del cáncer. Se puede usar como tratamiento principal, después de una cirugía o combinada con quimioterapia. De hecho, en tumores localizados como los de próstata, mama o piel, puede ser la única terapia necesaria, según el Instituto Nacional del Cáncer de EE. UU.
Mito 3: La radioterapia causa daño permanente.
Verdad: Es precisa y controlada.
Uno de los grandes avances tecnológicos en oncología ha sido la mejora en la precisión de los equipos de radioterapia. Gracias a técnicas como la radioterapia con intensidad modulada (IMRT), utilizada en el Centro Internacional de Cáncer, la radiación se dirige exactamente al tumor, minimizando el impacto en tejidos sanos. Los efectos secundarios son controlables y, en muchos casos, temporales.
Conclusión: La radioterapia para casos de cáncer es un tratamiento seguro, ambulatorio y sin dolor.
La radioterapia moderna no requiere hospitalización. La mayoría de tratamientos son ambulatorios, rápidos y seguros. Es una de las herramientas más efectivas para curar o controlar el cáncer, y cada vez más pacientes logran una buena calidad de vida gracias a este tipo de atención.







