Dr. Víctor Caceros
Director Médico Centro Internacional de Cáncer
Esta es la historia de las hermanas Gallo, una historia de lucha, esperanza y amor.
Unidas por el lazo de la hermandad, Blanca y Marlene Gallo, han compartido muchas historias, algunas llenas de sonrisas, de logros, de sueños; y otras, que para bien o para mal, han dejado huella en el camino, como su lucha contra el cáncer.
Las hermanas Gallo nacieron en Managua, Nicaragua. Crecieron junto a sus padres y sus hermanos. Su infancia estuvo rodeada de inocentes travesuras y otras experiencias que hicieron de su unión un vínculo muy fuerte.
Pasado el tiempo, ambas tomaron sus propias decisiones: trabajo, familia y otros intereses.
Sin embargo, cada una de esas experiencias fue eclipsada en agosto de 2015, cuando Blanca fue diagnosticada con Cáncer de Tiroides. La gravedad de la noticia llevó a Blanca y a su familia a buscar el tratamiento más efectivo para su enfermedad, fue así como a través del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), llegó al Centro Internacional de Cáncer (CIC), en El Salvador, para recibir su tratamiento a finales del 2016.
Durante esta etapa, Blanca recibió apoyo incondicional de su hermana Marlene. Lo que ambas no sabían es que tres meses más tarde, Marlene Gallo, de 61 años, recibiría el impactante diagnóstico de un cáncer de mama, hecho que la condujo a una cirugía y a tratamientos de quimioterapia en Nicaragua.
Posteriormente, confiada en la atención médica que había recibido su hermana Blanca en el CIC, Marlene viajó a El Salvador para recibir su tratamiento de radioterapia en nuestro centro.
Para las hermanas Gallo, la experiencia con el cáncer fue otra más de sus batallas, una batalla que no estaban dispuestas a perder, pues si hay algo que las define es su valentía. Su experiencia con el cáncer las motivó a hablar de la enfermedad, a incentivar a sus familiares y amigos a luchar, a realizarse los chequeos necesarios, a consultar a tiempo; pues el cáncer es una enfermedad que si se detecta a tiempo y se brindan los medicamentos y tratamientos adecuados, se puede curar.
Ahora, Blanca y Marlene le sonríen a la vida, disfrutando a cada instante junto a sus hijos y nietos de las nuevas oportunidades que se les presentan. Ambas, expresan su gratitud hacia su familia y el personal médico que atendió cada caso.
“Agradecemos a todo el equipo del Centro Internacional de Cáncer por brindarnos una atención cálida y excelente servicio médico. Eso nos hizo sentir esperanzadas y confiadas de obtener los resultados que esperábamos”, mencionó, Blanca Gallo.